sábado, 7 de febrero de 2009

La Salvia

Salvia officinalis

Hoy les escribiré sobre la Salvia cuyo nombre científico es Salvia officinalis, de la familia de las labiadas, siendo pariente de las mentas. Se le conoce también como salvia española, griega o dalmarta. La palabra salvia proviene del latín salvia que quiere decir curar.


Los antiguos griegos y romanos la usaron como conservador para carnes, creían también que ayudaba para la memoria. El naturalista romano Plinio la prescribía para mordeduras de víboras, epilepsia, lombrices intestinales y para inducir la menstruación. Dioscórides, el médico griego, la consideraba un excelente diurético, inductor de la menstruación y utilizaba las hojas para vendar heridas.. En el siglo X los médicos árabes creían que la salvia prolongaba la vida hasta la inmortalidad. Después de las cruzadas esta creencia se extendió hacia Europa al extremo que los estudiantes de medicina de Salerno, Italia decían: ¿Por qué ha de morir un hombre que siembra salvia en su jardín?, algo parecido sucedía en Inglaterra y decían: Aquel que haya de vivir para siempre/Debe comer salvia en mayo ( He that would live foraye/Must eat sage in may).


Los franceses la llamaron toute bonne buena en todo y tenían este adagio: La salvia ayuda a los nervios y su gran poder/ la parálisis se cura y la enfermedad vuela. Igualmente validaron su poder curativo los médicos de la tradición ayurvédica; recetándola para la gonorrea, vaginitis y enfermedades oculares. John Gerard la recetaba para la cabeza y el cerebro, pues decía que alertaba los sentidos y la memoria, fortalece los tendones y quita los temblores de las piernas. El herbolario inglés del siglo XVII Nicholas Culpeper creía los mismo que Gerard y la recomendaba hervida en agua o vino pára enjuagues bucales y para las partes genitales de hombres y mujeres.


La salvia llega a América introducida por los colonizadores y es utilizada para tratar insomnio, epilepsia, sarampión, mareo por los viajes en el mar y las lombrices intestinales. Los estadounidenses del siglo XIX, la usaban para tratar la fiebre y como anafrodisíaco (depresivo sexual) para casos de excesivo deseo sexual.


Continuará...

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